jueves, 24 de junio de 2010

HISTORIAS DE VIDA: EDUARDO HOJMAN

Los inmigrantes suelen ser vistos como alguien que llega para aprovecharse de lo que a otros les ha costado mucho conseguir. Pocas veces se tiene en cuenta que detrás de cada uno de ellos está el esfuerzo y la inversión que les destinó su país de origen. En pocas palabras, la formación personal que ahora aportan al desenvolvimiento de su país de acogida. No son pocos los argentinos que tienen mucho para dar, y lo hacen cada día sin mezquinar esfuerzos. En este espacio que sirve para que nos vayamos conociendo, hoy nos encontramos con Eduardo Hojman. Preguntarle qué fue lo que traía en la mochila cuando llegó a Barcelona hace que nos cuente esto:  
“Nací en Buenos Aires en 1964. Soy licenciado en ciencias de la comunicación (UBA) y traductor literario y técnico científico en inglés. Trabajé como editor en Emecé Argentina y como colaborador periodísticos en muchos medios, como Página 12, La Nación, Clarín, Diario Sur, Página 30, El País Cultural (Uruguay). Traduje para editoriales argentinas y españolas a autores como Martin Amis, Saul Bellow, J. M. Coetzee, Richard Price, Ethan Coen, etc.
Salí seleccionado en las I y III Bienales de Arte Joven de Buenos Aires en cuentos y en la II en radio.
En la radio municipal de Buenos Aires creé, dirigí y conduje los programas 70 Monos y Después de hora.
En Barcelona, además de colaborar en el suplemento cultural ABCD del ABC, en las áreas de jazz y otras músicas e internet, y en la revista Cuadernos de Jazz, viví de traducciones de libros y de estudios de marketing. Desde 2007 soy editor en Urano, a cargo de todos los sellos de ficción (Umbriel, Plata, Titania, Puck).
Compilé tres antologías de cuentos argentinos (Sex Shop, con Mercedes Güiraldes y Adriana Fernández – Emecé; El terror argentino, con Elvio Gandolfo; y Cuentos argentinos – Siruela)”.

-Ha hecho un largo recorrido en el campo editorial hasta llegar al puesto que ocupa ahora ¿ha sido muy difícil?
-Ha sido bastante difícil. Y aún queda un largo camino por recorrer.

-¿Ser argentino jugó a favor o en contra?
-Ser extranjero jugó en contra. El campo editorial es un mundo pequeño y es necesario hacerse conocido, por lo que los extranjeros en principio juegan en desventaja. España y Cataluña deben de contarse entre las regiones donde más y mejor se acepta a los extranjeros; aún así, ese grado de aceptación es terriblemente deficiente. En ese sentido, las personas están mucho más avanzadas que las instituciones. Los procedimientos migratorios de España dan vergüenza ajena, directamente. Ser argentino jugó a favor y en contra según los aspectos. En muchas editoriales españolas se mira con recelo las traducciones realizadas por argentinos. En la editorial donde trabajo tengo la grandísima suerte de que no reparan en ese tipo de factores azarosos.

-¿Cuando llegó a Barcelona pensó que se quedaría aquí mucho tiempo?
-No estaba seguro de nada. Estaba probando.

-¿Tiene nostalgias? ¿Piensa en la vuelta?
-Recaigo en ambas dolencias con más frecuencia de lo aconsejable. Pero luego me recupero.

-¿Sus amigos más cercanos son argentinos o locales?
-En un principio mis amigos más cercanos eran argentinos y mexicanos. Después, argentinos, mexicanos y franceses (cosas de la casualidad). Los últimos en ingresar en esa categoría han sido catalanes. Pero eso es culpa mía, no de ellos.

-¿Tiene familia en Argentina?
-Sí. Mis padres, una hermana, un hermano, una cuñada, y tres sobrinas increíbles.

-¿Y en Barcelona?
-Vine a Barcelona con mi mujer, y seguimos juntos aquí. Ella es psicoanalista, dato que, según un famoso editor catalán, me convierte en un argentino prototípico.

-Desde su punto de vista profesional: ¿cómo les va a los escritores argentinos que viven en esta Barcelona que, en el tema argentinos, se extiende hasta Sitges?
-Yo creo que a varios de ellos les va bastante bien; incluso mejor en algunos casos que como les iría en Argentina. Aunque ese “bienestar” es producto de un espejismo, de una moda, alimentada por editoriales audaces e inquietas que salen periódicamente a buscar nuevas voces, y las encuentran en Argentina, donde la calidad suele ser más que aceptable, y por algunas figuras mediáticas de cuya simpatía popular más o menos nos beneficiamos.

-En octubre Argentina será país invitado a la Feria del Libro de Francfort. ¿Es una oportunidad para la difusión de la literatura de nuestro país?
-Es una oportunidad inmensa. Ojalá no la fastidiemos.

-Confiese las “manías” argentinas que lo mantienen ligado a su origen. ¿El mate, Boca Juniors, Messi, las milanesas con papas fritas?
-El mate, Boca Juniors y el dulce de leche son cosas que nunca me interesaron mucho. No he encontrado hasta ahora ninguna versión local deseable de la gastronomía argentina que más añoro (pizza, empanadas, carne, helados). Prefiero entonces aprovechar para descubrir lo mucho de bueno que hay aquí. Los vinos argentinos son muy buenos pero aquí se consiguen vinos excelentes españoles y franceses a precios mucho mejores, así que es un poco ridículo emocionarse por un malbec cualquiera. Diría que cada tanto me gusta escuchar música argentina (Spinetta, mayormente, Charly García, Cerati, tango un poco menos) y me sorprendo viendo con simpatía cine argentino, que allá odiaba, más que nada por ver paisajes u oír acentos. Leer literatura argentina, ver que aquí publican los cuentos completos de Rodolfo Walsh o de Fogwill, me proporciona una gran mezcla de orgullo y placer de la que disfruto sin culpa. Mantengo un poderosísimo nexo con mi origen pero sus ingredientes son más vagos y difusos que las manías.

5 comentarios:

  1. Este hombre tiene razón, en España no se valora a la gente que llega con formación profesional. Se la ve con miedo, cuando llegan para aportar lo que saben y a España no le costó un céntimo

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  2. Me alegra saber que a uno por lo menos le va bien.

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  3. Mirá lo que son las cosas, yo escuchaba 70 monos y ahora estamos acá.

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  4. Oiga, editor, yo soy la novia española del argentino que da la tabarra en este blog. ¿Usted es de aquellos argentinos que nunca están contentos con lo que tienen aquí? Relájese, hombre. Esta también es su patria!

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  5. Hola, novia española del argentino que da la tabarra. Gracias por advertirme tan generosamente de que ésta también es mi patria. Un abrazo. E.H.

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