viernes, 16 de julio de 2010

HISTORIAS DE VIDA: LUIS LUCHI

Última parte de este encuentro con Luis Luchi, poeta.

Poesía, tango y anarquía: Entrevista a Luis Luchi. (III) 
Por Alejandro Crimi

ALLA Y ACÁ
– Qué es lo que más extrañás de Argentina?
– Extraño Buenos Aires, a la gente que no está. Cuando voy allá, busco gente de mi generación, muchos están dispersos, otros no están. Es una búsqueda que varias veces me ha desanimado. Sigo pegado a Buenos Aires y por momentos siento nostalgia.

– ¿Te llegan noticias sobre la actualidad Argentina?
– Sí, y me intereso más con las cosas que pasan allá que con las de acá. ¡Qué le vamos a hacer! Me engancho con todo lo de allá. Acá voy a las reuniones de “Retruco” y vivo el ambiente de los argentinos. He tratado de participar en casi todos los movimientos que se hacían de argentinos. Ahora ya empiezo a aflojar, será la edad o qué se yo. Pero siempre me metí en proyectos de libros y demás cosas. Los últimos libros los publiqué acá en España.

– ¿Cómo ves el país hoy?
– Una porquería. Es un país que duele.

– ¿Te gusta el tango?
– Sí, me gusta el tango. Escribí unas cuantas cosas del tango.
Tengo algunos tangos preferidos. “Milonga de mis amores”, “Mi refugio”, “Recuerdos”, de Pugliese, y unos cuantos más.
Pugliese vivía cerca de mi barrio. Yo estaba en Parque Chas y él estaba en Álvarez Thomas y El Cano. Él también era de la juventud comunista.

– ¿Cuántos hijos tenés?
– Tengo tres hijos. Uno está en Argentina con los nietos. Otro estaba acá pero se fue hace 15 días a vivir a Perú, porque se casó con una peruana. Y el otro vive aquí en Barcelona.

– ¿Extrañás el vinito argentino?
– El vino comunacho de acá es más rico que el de allá. El vino de boliche en Buenos Aires era malazo. Ahora, el vino bueno de allá es bárbaro. A veces consigo alguna botellita.

Luis estaba cansado, y se notaba que le aburría hablar de sí mismo. Apagué el grabador y terminamos la botella de vino. Se le encendió la mirada cuando le comenté que en Buenos Aires lo leían sobre todo los jóvenes. Me regaló su último libro, “Poemas y pinturas”, ilustrado por Kinoto. Para Alejandro con un fuerte abrazo. Salud y R.S.
Me invitó a ir a la presentación del libro, que se hacía en el café Montserrat al día siguiente (13/11/99). Allí leyó sus poemas frente a un público numeroso y emocionado.

Regresé a Barcelona en octubre del 2000, y a los pocos días me informaron sobre la muerte de Luchi. Entre los argentinos que conocía se hablaba mucho de Luis. Anécdotas, dichos y peripecias del poeta, cargadas de humor negro, arrabal y anarquía.
Me contaron que momentos antes de morir, con la poca energía que tenía y la voz que se le apagaba, llamó a quienes lo acompañaban para decir sus últimas palabras: Armen una banda de ladrones, dijo. Y expiró. ¿Su último poema o una broma final? No quise confirmar si ese episodio fue cierto, porque en definitiva Luchi tiene la fuerza del mito.

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