lunes, 27 de septiembre de 2010
domingo, 26 de septiembre de 2010
GELMAN- MEDEROS, AGENDA DE LUJO
Estamos de fiesta. Este martes 28, en sala Oriol Martorell de L’Auditori de Barcelona, se presentan Juan Gelman y Rodolfo Mederos dando carne al recital titulado “Del amor”.
A estas alturas resulta casi irrespetuoso señalar quiénes son estos dos creadores, alcanza con repetir sus nombres: Juan Gelman, Rodolfo Mederos.
Acompañan, como los dioses, Sergio Rivas en contrabajo y Armando de la Vega en guitarra. La actriz y directora de teatro Cristina Banegas dará unidad al encuentro.
La cosa viene con “yapa”. El día 30, a las 19:30, en la sede de Casa Amèrica Catalunya, (c/ Còrsega 299, entresuelo), el poeta charlará de poesía con el público asistente, de su amor por las palabras, y algunos temas recurrentes en su obra, como la esperanza, la ciudad, el dolor y la identidad.
La cita con Mederos y Gelman, tango y poesía, es en L’Auditori de Barcelona a las 21 horas, y auspicia Casa Amèrica Catalunya.
Para más información pinche aquí y también aquí.
sábado, 25 de septiembre de 2010
Uno que fue el Gato Pérez
Muchos argentinos que recalan en Barcelona descubren, con asombro, la existencia del que fue conocido como Gato Pérez, que no es el Ratón Pérez, ni cambiaba dientes por monedas.
Más, habituados a un país donde las ciudades abundan en nombres de generales, coroneles y patriotas de al menos cuestionada virtud para dar nombre a nada, en Barcelona no sólo hay una plaza Carl Marx, sino también una plaza Gato Pérez.
Pronto harán 20 años de la muerte de este músico argentino que, como muchos artistas, fue devorado por su entrega. Recordarlo es obligatorio. Tal vez porque María Rosa Yorio y el Negro Fontova, grabaron en el Río de la Plata algunas de sus canciones y pocos supieron que eran rumbas catalanas.
El enamoramiento del Gato Pérez por esa música, tan propia de los gitanos del barrio de Gràcia, con próceres previos como Peret, produjo un cruce entre lo que en Argentina se conoció como rock nacional, y una música de fiesta, renovando su vitalidad.
Así como alguna vez el tango aceptó el impulso de músicos catalanes como Viladomat y Garzo, autores de “Fumando espero”, el reverso de este intercambio fue el Gato Pérez, revitalizando la rumba catalana.
Por estos días Barcelona lo recuerda y le rinde homenaje. Para escucharlo en “Gitanitos y morenos”, pinche aquí.
lunes, 13 de septiembre de 2010
LA MIRADA Y LA CÁMARA
La fotografía es la mirada congelada en el tiempo, pero hay muchas maneras de mirar. Algunas miradas no ven, otras sí. Florencia Bosio y Luciana Jares nos proponen compartir lo que ven, con “Recuerdos… (Cuántas historias hay)” una exposición fotográfica que se define a sí misma con estas palabras:
El poder utiliza sus banderas
para festejar 200 años de historia,
se apropia como bandera
la lucha que le es ajena.
Existen miradas que saben donde se dirigen, las que siguen la corriente,
y las que actúan sobre ellas"
La cita es en la sala Silvina Ocampo del Consulado argentino en Barcelona. El día y la hora de la inauguración: 16 de setiembre a las 19,30 horas.
"Miradas manipuladas de luchas y festejos.
El poder utiliza sus banderas
para festejar 200 años de historia,
se apropia como bandera
la lucha que le es ajena.
Existen miradas que saben donde se dirigen, las que siguen la corriente,
y las que actúan sobre ellas"
La cita es en la sala Silvina Ocampo del Consulado argentino en Barcelona. El día y la hora de la inauguración: 16 de setiembre a las 19,30 horas.
CORTAZAR ÍNTIMO
Julio Cortázar, pese a vivir la mayor parte de su vida en Europa, fue uno de los escritores más argentinos y latinoamericanos. El Museo de Arte Contemporáneo Latinoamericano (MACLA), de La Plata, Argentina, lo recuerda con una exposición que repasa su relación con las artes plásticas. “Cortázar íntimo” rescata esa parte de su vida vinculada a las artes no literarias.
Para enterarse más a fondo de este merecido homenaje, pinche aquí.
Para enterarse más a fondo de este merecido homenaje, pinche aquí.
BOCA DE SAPO
En Aquí. punto de encuentro argentino hemos recibido la edición digital de Boca de Sapo, una revista que cruza el mar desde Buenos Aires y que tiene como colaborador en Barcelona a Matías Néspolo, escritor y periodista argentino. Boca de Sapo, revista de arte, literatura y pensamiento, en su número 7 recorre hispanoamérica, se pregunta por la Latinoamérica bolivariana, se permite el incorrecto indagar sobre la importancia etnográfica de la inquisición y sus actores, y arroja una mirada lúcida sobre el ensayo español en el siglo XXI, entre otras cosas.
Para leer esta muestra del pensamiento argentino actual pinque aquí.
Para releer la entrevista a Matías Néspolo, fundador de Boca de Sapo primera época, pinche aquí.
Para leer esta muestra del pensamiento argentino actual pinque aquí.
Para releer la entrevista a Matías Néspolo, fundador de Boca de Sapo primera época, pinche aquí.
martes, 7 de septiembre de 2010
PALABRAS DE RICARDO PIGLIA
7 de setiembre. Hotel Condes de Barcelona, 12 horas de una mañana calurosa de Barcelona. Ricardo Piglia presenta en rueda de prensa su última novela, Blanco nocturno, editada por Anagrama, y Aquí. punto de encuentro argentino esta presente.
Los medios asistentes son muchos y siguen con atención religiosa las explicaciones de Piglia.
Dice, para explicar el tiempo pasado entre Blanco nocturno y su anterior novela, y su forma de trabajo: “No se la recomiendo a nadie. Yo escribo un borrador y después lo meto en un cajón y pueden pasar años hasta que escriba la novela. Creo que así el texto, la historia, adquiere cierta autonomía, madura un imaginario propio, porque uno en ese tiempo cambia, toma distancia”.
Para los que nunca estuvieron ante este escritor argentino, de tardío reconocimiento en España, vale la pena describirlo. Polo negro de verano, con cuello cerrado, chaqueta negra, una mata de rulos entrecanos coronando la cabeza, y las manos, que cuando no juegan con la tapita de la botella del agua parecen señalar palabras escritas en el aire. Tiene pinta de director de orquesta sinfónica, pero no es un divo. Tiene la sencillez del que está convencido de lo que hace, sin que el mundo le deba rendir pleitesía. Trasmite comodidad y la contagia. Como si estuviera con amigos en una terraza o en un bar con billares hablando de lo intrascendente.
Dice, de Blanco nocturno: “Un escritor no puede explicar lo que hace, y mucho menos interpretarlo. Eso lo tiene que hacer el lector, otro… Lo único que puede hacer es contar cómo se le ocurrió esa historia, cómo aparecieron los personajes. En este caso, quería contar la historia de un primo de mi madre. Montó una fábrica, en un pueblo de la pampa argentina, y por esas cosas que suceden en Argentina quebró. Quebró y se quedó sólo con el edificio y las maquinarias. Años pasó metido en la fábrica, pensando, anhelando poner en marcha ese imposible. Yo pasaba las vacaciones en ese pueblo y él me regalaba juguetes que hacía para mí, juguetes raros para los que la realidad no estaba preparada. En mi novela se llama Luca Belladona”.
Le comentamos que Luca Belladona nos recuerda “El astillero” de Onetti, donde el protagonista vive una situación similar. Y le preguntamos si aquel astillero en el delta ribereño y su fábrica en la pampa no son representaciones de un país que parece estar en desguace y reconstrucción perpetuos.
Dice: “Eso es a lo que aspira un escritor, a que su texto despierte en el lector resonancias propias. Seguramente tiene que ver con Argentina. Cuando se exige que el escritor sea comprometido se cae en la tautología. Siempre se escribe desde el compromiso. Uno escribe desde su propia vida, por más que imagine historias y situaciones. Yo siempre quiero que la novela que escribo sea distinta a las anteriores, pero, vistas en conjunto, se puede decir que todas mis novelas son una. Una novela larga como la vida. Y como la vida, cambiante. Tiendo a pensar que uno no cambia para mejor… pero esos cambios aparecen en lo que escribe”.
Ricardo Piglia en Blanco nocturno construye una historia sobre estos pilares: El empecinado Luca Belladona, las hermanas Ada y Sofía, que comparten el amor y la cama de Tony Durán, forastero y centro de las habladurías del pueblo hasta su muerte, y el comisario Croce, un investigador más intuitivo que razonante, que aporta los recursos del género policial.
Ricardo Piglia dice: “La literatura de género se conforma con repetir los recursos una y otra vez. La alta literatura busca la originalidad, la no repetición. He tomado los recursos de la narración policial como punto de partida, para ir más allá. ¿Por qué en la pampa? Porque la inmensidad de la llanura, lo aterrador de los cielos nocturnos que parecen caérsenos encima, me marcaron cuando era chico, y son un buen marco para encerrar una historia de pueblo”.
Si quiere saber más pinche aquí, o aquí, y después salga corriendo para comprar Blanco nocturno. Tal vez se tropiece con Ricardo Piglia caminando Barcelona.
Los medios asistentes son muchos y siguen con atención religiosa las explicaciones de Piglia.
Dice, para explicar el tiempo pasado entre Blanco nocturno y su anterior novela, y su forma de trabajo: “No se la recomiendo a nadie. Yo escribo un borrador y después lo meto en un cajón y pueden pasar años hasta que escriba la novela. Creo que así el texto, la historia, adquiere cierta autonomía, madura un imaginario propio, porque uno en ese tiempo cambia, toma distancia”.
Para los que nunca estuvieron ante este escritor argentino, de tardío reconocimiento en España, vale la pena describirlo. Polo negro de verano, con cuello cerrado, chaqueta negra, una mata de rulos entrecanos coronando la cabeza, y las manos, que cuando no juegan con la tapita de la botella del agua parecen señalar palabras escritas en el aire. Tiene pinta de director de orquesta sinfónica, pero no es un divo. Tiene la sencillez del que está convencido de lo que hace, sin que el mundo le deba rendir pleitesía. Trasmite comodidad y la contagia. Como si estuviera con amigos en una terraza o en un bar con billares hablando de lo intrascendente.
Dice, de Blanco nocturno: “Un escritor no puede explicar lo que hace, y mucho menos interpretarlo. Eso lo tiene que hacer el lector, otro… Lo único que puede hacer es contar cómo se le ocurrió esa historia, cómo aparecieron los personajes. En este caso, quería contar la historia de un primo de mi madre. Montó una fábrica, en un pueblo de la pampa argentina, y por esas cosas que suceden en Argentina quebró. Quebró y se quedó sólo con el edificio y las maquinarias. Años pasó metido en la fábrica, pensando, anhelando poner en marcha ese imposible. Yo pasaba las vacaciones en ese pueblo y él me regalaba juguetes que hacía para mí, juguetes raros para los que la realidad no estaba preparada. En mi novela se llama Luca Belladona”.
Le comentamos que Luca Belladona nos recuerda “El astillero” de Onetti, donde el protagonista vive una situación similar. Y le preguntamos si aquel astillero en el delta ribereño y su fábrica en la pampa no son representaciones de un país que parece estar en desguace y reconstrucción perpetuos.
Dice: “Eso es a lo que aspira un escritor, a que su texto despierte en el lector resonancias propias. Seguramente tiene que ver con Argentina. Cuando se exige que el escritor sea comprometido se cae en la tautología. Siempre se escribe desde el compromiso. Uno escribe desde su propia vida, por más que imagine historias y situaciones. Yo siempre quiero que la novela que escribo sea distinta a las anteriores, pero, vistas en conjunto, se puede decir que todas mis novelas son una. Una novela larga como la vida. Y como la vida, cambiante. Tiendo a pensar que uno no cambia para mejor… pero esos cambios aparecen en lo que escribe”.
Ricardo Piglia en Blanco nocturno construye una historia sobre estos pilares: El empecinado Luca Belladona, las hermanas Ada y Sofía, que comparten el amor y la cama de Tony Durán, forastero y centro de las habladurías del pueblo hasta su muerte, y el comisario Croce, un investigador más intuitivo que razonante, que aporta los recursos del género policial.
Ricardo Piglia dice: “La literatura de género se conforma con repetir los recursos una y otra vez. La alta literatura busca la originalidad, la no repetición. He tomado los recursos de la narración policial como punto de partida, para ir más allá. ¿Por qué en la pampa? Porque la inmensidad de la llanura, lo aterrador de los cielos nocturnos que parecen caérsenos encima, me marcaron cuando era chico, y son un buen marco para encerrar una historia de pueblo”.
Si quiere saber más pinche aquí, o aquí, y después salga corriendo para comprar Blanco nocturno. Tal vez se tropiece con Ricardo Piglia caminando Barcelona.
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lunes, 6 de septiembre de 2010
RICARDO PIGLIA EN BARCELONA
Ricardo Piglia, autor de Respiración artificial y Plata quemada, entre otros títulos imprescindibles de la literatura actual de Argentina, presenta mañana su última novela Blanco Nocturno, en Barcelona.
Esta novela, que nos trae a un personaje que recorre buena parte de su obra, como el periodista Emilio Renzi -alte ego del autor- recrea una historia en la que confluyen los amores y las traiciones, en el escenario de un pueblo de la pampa. Los que conocen esos mundos, donde el horizonte es redondo como en el mar y las ambiciones pueden ser inabarcables, también como el mar, saben de qué hablamos.
Para los que son ya lectores fieles de Ricardo Piglia y los que no deben dudar un segundo en encontrarse con su literatura, la cita es mañana, martes 7 de setiembre, a las 19,30 horas, en la librería La Central; Mallorca 237. Javier Aparicio Maydeu será el encargado de presentar el encuentro.
Para más información pinche aquí.
Esta novela, que nos trae a un personaje que recorre buena parte de su obra, como el periodista Emilio Renzi -alte ego del autor- recrea una historia en la que confluyen los amores y las traiciones, en el escenario de un pueblo de la pampa. Los que conocen esos mundos, donde el horizonte es redondo como en el mar y las ambiciones pueden ser inabarcables, también como el mar, saben de qué hablamos.
Para los que son ya lectores fieles de Ricardo Piglia y los que no deben dudar un segundo en encontrarse con su literatura, la cita es mañana, martes 7 de setiembre, a las 19,30 horas, en la librería La Central; Mallorca 237. Javier Aparicio Maydeu será el encargado de presentar el encuentro.
Para más información pinche aquí.
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